Por: StatePoint
El Cuerpo de Paz (Peace Corps), fundado en 1961, se asocia con comunidades en el extranjero con objeto de desarrollar soluciones sostenibles para los desafíos más apremiantes del mundo a nivel comunitario. Aunque todos los voluntarios volvieron a los Estados Unidos en marzo de 2020 debido a la pandemia de COVID-19, la agencia está actualmente trabajando para regresar al servicio voluntario en otros países. y está reclutando activamente voluntarios de distintas culturas sub-representadas lo que incluye a afroamericanos, hispanoamericanos y asiático-americanos.
“Como parte de nuestra misión, buscamos reflejar en el extranjero la abundante diversidad cultural de los Estados Unidos, aportando diferentes perspectivas y soluciones a los problemas del desarrollo de los países a los que servimos”, dice Carol Spahn, directora interina del Cuerpo de Paz. “También buscamos crear una cultura de inclusión, que fomente la colaboración, la flexibilidad y la equidad. Teniendo en cuenta que la diversidad trae una nueva forma de pensar y nuevos ideales.
Si está interesado en unirse al Cuerpo de Paz, esto es lo que debe saber.
Nuevos desafíos
Ser voluntario del Cuerpo de Paz tiene sus retos pero los voluntarios, de diferentes diversidades culturales puede presentar retos adicionales, según aquellos que han prestado servicio.
“Durante mi voluntariado muchas veces me encontré explicando a la gente acerca de las los diferentes grupos culturales de viven en los estados Unidos y que son Estadounidenses” dice Neng Lee, un hmong-estadounidense de primera generación que se desempeñó como voluntario de salud en la República Kirguisa (Kirguistán) de 2015 a 2017, y como voluntario de desarrollo juvenil de 2017 a 2019.
Activos valiosos
En otras situaciones, la diversidad es una ventaja.
“Integrarme en la cultura jamaicana fue fácil debido a las muchas similitudes con mi cultura mexicana”, comento María Elena Venegas Banulelos, una mexicana-estadounidense de habla hispana, que fue voluntaria en Jamaica. “Por ejemplo, los mexicanos como los jamaicanos somos muy religiosos, disfrutamos de comida con bastante sabor y nos gusta vestirnos lo mejor posible cuando estamos en público. Ambas culturas aman el fútbol, el baile y la música a todo volumen. Además, los ambientes son similares en la estructura de los hogares y los productos agrícolas, y las dos culturas son hogares humildes”.
Este sentimiento es compartido por otros voluntarios.
“Mi color y mi acento no han afectado negativamente mi trabajo como voluntario; lo contrario han permitido una mejor integración en mi comunidad e incluso la gente me llama ‘africano’”, dice Aboubakar Bodi, quien nació en Togo y prestó servicio en Jamaica.
Traer habilidades a casa
El servicio del Cuerpo de Paz puede ser una experiencia emocionalmente gratificante y una forma efectiva de desarrollar las habilidades necesarias para marcar la diferencia en la propia comunidad. También puede ser un trampolín clave en la carrera profesional. Los voluntarios prestan servicio durante 27 meses en educación, salud, agricultura y otros sectores, y, a su regreso a del voluntariado, pueden ser los introductores de soluciones innovadoras para problemas colectivos en las comunidades de los EE.UU.
“Estoy muy orgulloso de haber enseñado RCP y primeros auxilios a personas de diferentes aldeas en el idioma kirguís. También traduje la mayoría de mis materiales de RCP y primeros auxilios al kirguís”, dice Lee, quien señala que “el voluntariado abre muchas puertas en el futuro, y las personas que conozcas en el camino te ayudarán”.
Para obtener más información sobre el Cuerpo de Paz o para conectarse con un reclutador, visite peacecorps.gov.
“Los voluntarios son embajadores culturales a nivel internacional, que representan a los Estados Unidos. Es por eso que resulta tan importante que nuestro cuerpo de voluntarios realmente refleje la diversidad del país”, dice Spahn.
